Más allá de ser un simple número, el precio de tu servicio es una poderosa declaración de intenciones. Comunica el valor que ofreces, tu posicionamiento en el mercado y, crucialmente, a quién te diriges... y a quién no.
Esta idea se hizo muy palpable hace poco. Charlando con mi socio, Jesús, surgió el tema de las tarifas en nuestro sector. Revisando opciones de centros de referencia, nos detuvimos en Sputnik Climbing Berango. Me llamó la atención, por ejemplo, que ofrecieran bonos de 10 sesiones compartibles entre varias personas.
A primera vista, podría parecer una estrategia atractiva para captar volumen, facilitando el acceso a grupos o clientes ocasionales. Sin embargo, mi postura fue clara al respecto, y se la planteé: creo que replicar esa opción sería una mala idea para nosotros.
Aunque aumentaría el flujo de entradas puntuales, el mayor volumen de trabajo que suponen los clientes ocasionales requiere una energía y atención que inevitablemente se resta a los clientes de largo plazo. Y la energía es un bien escaso; tu energía y la de tu equipo lo son aún más. ¿Realmente queremos invertir esa energía en gestionar un cliente de paso o en fortalecer la relación con nuestro cliente ideal y comprometido?
Esta observación sobre un tipo de bono en Sputnik Climbing Berango, vista a través de la lente de dónde ponemos nuestros recursos más valiosos (nuestra energía y la de nuestro equipo), nos lleva a la reflexión estratégica fundamental: ¿buscas volumen ajustando precios para atraer a la mayor cantidad de gente, aunque su compromiso o encaje sea menor? ¿O te enfocas en un nicho, definiendo tu oferta y precios para atraer específicamente a ese cliente que sí valora lo que haces y con el que quieres construir una relación a largo plazo?
El precio, y la estructura de tarifas, son herramientas estratégicas esenciales no solo para la rentabilidad, sino para moldear tu comunidad y asegurar que atraes al tipo de persona adecuado. Cada decisión en tarifas envía un mensaje directo a tu cliente potencial sobre quién eres y qué ofreces. Viendo los precios de Sputnik y pensando en nuestro enfoque, la pregunta clave que surge para cualquier propietario de negocio es:
¿Has definido bien a tu cliente objetivo?